27 mar 2012

Apuntes sobre una visita del profesor Monteagudo a O Castro (Coucieiro) en agosto de 1947

Como corre el tiempo. Sin darme casi cuenta pasaron ya una docena de años desde aquellas primeras marchas organizadas para promocionar la prolongación del Camino de Santiago hasta Fisterra y Muxía. Bueno, el paso del calendario sí puede apreciarse al contemplar alguna fotografía y ver como las canas han ido colonizando la barba de alguno. El primer año partimos de la Praza do Obradoiro sin misa en la Catedral. En Compostela no veían con buenos ojos lo que estábamos haciendo. Luego, gracias a la mediación del bueno de Mario Clavell, las cosas fueron mejorando. Poco a poco.
Un servidor participó en practicamente todas las ediciones. Recuerdo especialmente un tramo de la etapa comprendida entre Hospital do Logoso y Fisterra, en el que he coincidido con el profesor Luís Monteagudo, acompañado de su buen amigo Fernando Alonso Romero y del ex alcalde de Fisterra Ernesto Ínsua. Caminaban también, entre otros, mi vecino y antropólogo Manolo Vilar, y Antón Pombo. Ya mayor, el gran profesor era una auténtica enciclopedia en movimiento. En el campo de San Pedro Mártir, aprovechando unos minutos de descanso para degustar una sabrosa empanada, continuó la conversación.
Pero no era la primera vez que el sabio Monteagudo recorría este camino. Lo había hecho ya en el verano de 1947, y en aquel entonces había estado en nuestra parroquia, San Pedro de Coucieiro. La experiencia la recoge el libro Historias, leyendas y creencias de Finisterre, obra precisamente de Fernando Alonso romero, a quien también le debemos mucho de lo que se ha estudiado sobre nuestra zona.
Parte el sabio Monteagudo de Compostela el 26 de julio del año 1947, atravesando parajes emblemáticos de nuestro Camino como Fontecada, Cornado, Santa Mariña das Maroñas... Llega a Corcubión el día 29, a las nueve de la noche, y luego a Fisterra. El día 1 de agosto abandona la villa del Cristo. Según relata, "en Pereiriña paro en casa del párroco D. Anselmo García Amigo, que es muy amable". Se encontró con Juan Bujeiro, quien fuera compañero suyo en los Maristas. Visitó su "soberbia" biblioteca, heredada de su padre, un famoso abogado, administrador además de los bienes de Dª. Emilia Pardo Bazán. Luego pasa por Codesos, y Rebordelo. Continúa contando: "Llego a Castro de Coucieiro (que es zona estannífera y de topónimos etruscos), está bastante destruido por varias casas que finalmente quedaron deshabitadas; parecen ser del siglo XVIII; está flanqueado por el río Castro; junto a la capilla de San Eleuterio, que tiene altar de piedra, siglo XVIII (en abril de 1975 robaron la imagen de piedra). La capilla está casi destruida, hay un crucero de principios del siglo XVII".
Sabiduría en estado puro.

Una imagen de las Caldeiras do Castro, en la parroquia de Coucieiro (Muxía).


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