A Costa da Morte, el Finisterre español, será protagosnista mañana en la histórica visita a Santiago de Su Santidad El Papa, primera en un Año Santo. Y lo será por varias cosas. Por una parte, Benedicto XVI beberá el vino en un cáliz surgido de las manos de un reconocido oleiro de Buño, O Rulo, quien elaboró más de 150 piezas para la ocasión, en las que se repartirá la Comunión en la Praza do Obradoiro. Enhorabuena al barro de Buño.
De la organización de todo el voluntariado se ha encargado otra persona muy vinculada y que dejó muchos amigos en la Costa da Morte, es el delegado diocesano de Juventud del Arzobispado de Santiago, Javier Porro. Vaya para ti nuestra enhorabuena, amigo Javier.
Desde el Hostal de los Reyes Católicos, reconocido como el hotel más antiguo del mundo, retransmitirán la visita papal unos 1.200 medios. Como maestro de ceremonias, el director del singular hospedaje, Julio Castro Marcote, un hijo de Fisterra, más concretamente de Sardiñeiro. Un claro ejemplo de cómo se debe ser en el mundo de la hostelería.
En Compostela estará también el popular Zapatones, encargado de recibir a los peregrinos durante todo el año. Y lo hace envuelto en una capa de lino, elaborada por las artesanas de la Asociación Amigos do Liño. Se la regaló la Asociación de Turismo de Costa da Morte.
En fin, Costa da Morte tendrá mañana en Compostela un peso específico.
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