Durante la larga conversación, la lugareña le explicó que allí nunca se palillaba, sólo se hilaba. Al baile iban a Viseu, y por el entroido las mozas iban al "galo". El autor, quería conocer si la tradición del carnaval era similar a la de su tierra, Camelle y Arou, para lo cual mantuvo una conversación con el señor Allo (conocida familia de Touriñán), quien le explicó: "O galo aínda fai pouco que se desterrou. Eu recordo dúas maneiras de facelo. Cando era mozo, botábamos un galo colgado no medio de dous paos. Cada un cos ollos vendados e con unha vara, facía por atinarlle unha vareasa. O que lle atinase, ganaba o galo". Despois....".
Recuerda Baña, entre otras cosas, el naufragio del Balduvin, hundido por un submarino alemán en las inmediaciones de A Laxe de Touriñán. Otros buques que corrieron la misma suerte fueron el Gumersindo Junquera y el América, entre otros. Habla también el autor de otra embarcación, cuya tripulación convirtió la cubierta en una improvisada sala de baile, al son de la música de banda, cuando le sorprende un contratiempo que "ahogó sus dulces notas"...
Baña describe el Coído de Nemiña como el regazo de los veleros. Habla de El Monte Gordo, el Cousiñadoiro... Pero antiguamente Nemiña era mucho más conocida entre el mundo de los marinos por su manso coído que por su ignorada playa, arenal que, sin embargo, hoy en día es un importante reclamo turístico para toda la zona, y una opción ideal para los amantes del surf, quienes encuentran aquí las mejores de las olas sobre las que cabalgar.
Imagen del Cabo Touriñán:
Imagen de la playa de Nemiña, salvaje y agreste:
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